27 febrero 2011

diario de sensaciones

No sé si conoces esa sensación de felicidad mezclada con incapacidad. Supongo que no. Eso complica las cosas a la hora de explicarme. Cuando tienes delante a una persona muy importante para ti, ves su rostro sonreír a las personas de vuestro alrededor, sientes que eres muy afortunado o afortunada, el pecho se te llena de gozo, sientes que va a explotar en cualquier momento.
Y de repente, te sientes ridícula y estúpido en medio de esa multitud de gente, sientes que la sociedad te come con patatas. Sientes que eres un bicho raro, que no deberías estar ahí, que tu no eres como los demás. Te sientes completamente distinto, y no puedes evitar que esas sensaciones que recorren tu interior salgan de tu cuerpo, y te vas corriendo de ese lugar, huyes de esa abrumadora sensación de presión con lágrimas en los ojos. Y tras un largo rato de sufrimiento interior, viene el sueño, que calma tu dolor, lo apacigua como plumas blancas y suaves que acarician tu piel.
Y al dia siguiente, solo recuerdas el momento de felicidad que sentiste al verle en persona, de tenerlo ante tus ojos, de saber que no fue una equivocación estar allí.




Por mucho que nos cueste aceptarlo, las despedidas son parte de nuestras vidas, son indispensables en nuestro camino. Son solo una estación en el largo trayecto a recorrer. Algunos bajan en ellas, otros siguen hasta el final. Pero como en un viaje de tren, no hay vuelta atrás.
Solo hay que pensar que tras una despedida vendrá un encuentro, tras un lamento, una alegría, tras la pena, felicidad. Y con eso nos podemos hacer dueños del mundo, de nuestras vidas, y del universo entero si lo queremos. Si lo queremos. Querer o no querer. Ésta simple palabra nos designa completamente. Ergo, podemos querer o no querer, y ser queridos o no. Es solo una palabra, pero describe nuestro ser.

26 febrero 2011

retorcida...



Este es un blog raro ¿no? No escribo noticias relacionadas con libros, tampoco reseñas...No lo sé, siento que eso lo hace mas personal, el poder escribir lo que siento hace que esté compartiendo un trocito de mi al mundo ( bueno, al mundo que me lee, lo que lo convierte en un pequeño pueblo)
En fin, no sé porqué he empezado escribiendo eso. Solo me ha venido a la cabeza y lo he escrito. Y lo que voy a escribir a continuación tal vez no debiera escribirlo, porque esto lo lee gente que conozco, y es peligroso que sepan lo que me pasa. Pero ahora ya me da igual. Me he dado cuenta de algo que ya sabia hace mucho tiempo, pero me hacía creer a mi misma que no sabía, o que podía mantener las cosas como hasta ahora. Pero este es el punto en el que he expotado. Siempre he querido mostrar al mundo que mi vida es perfecta, que no tengo problemas, que desde fuera soy una chica...bueno normal no, pero que mis diferencias me hacían normal. Pero no es así. Yo diferente, no me importa chillarlo si hace falta, pero no quiero que eso me impida tener la vida que quiero. No quiero que todo sea perfecto, pero si poder tener amigas de verdad. De hecho creo que las tengo, pero es difícil...somos completamente diferentes, y eso hace que nuestra amistad prenda de un hilo, por mucho que nos queramos. Y las quiero, me lo paso genial con ellas pero ahora eso no es suficiente.
Somos amigas desde que logro recordar, pero las cosas han cambiado, todas hemos cambiado y ahora lo único que me une a ellas es el recuerdo de todos los años vividos. Eso me duele, porque me gustaría que no fuera así, me gustaría poder decir que puedo hablar con ellas de todo lo que me pasa, pero no es así. Porque pensamos diferente, somos demasiado distintas. Y lo que mas me hiere de todo es que desearía poder contarle esto a una amiga, tendría que poder hacerlo, confiar plena y absolutamente en ella, pero por desgracia en mi caso eso es imposible.
Cuando estoy con ellas tengo que estar siempre alerta, cuidando lo que digo, no decir demasiado lo que pienso por miedo a que no me entiendan.Siento que no puedo ser totalmente yo misma, solo un poquito cuando busco semejanzas entre nosotras. Es horrible, de veras, no poder abrirte nunca del todo a una persona. Lo único que me alivia es escribirlo, y aunque me apasione, preferiría mil veces tener a alguien que sustituyera las hojas y el papel.

23 febrero 2011

Concurso LJDH

Hola virtual friends:
Con mucha, mucha prisa, vengo a hablaros sobre un concurso de Los Juegos Del Hambre, trilogía que ya he esmentado en entradas anteriores.
Es una oportunidad genial de conseguir premios increíbles, y como más participantes haya, mas premios habrá. Animaos y participad, es muy fácil.
Solo tenéis que entrar aquí para leer las bases del concurso: http://cristinaroswell.blogspot.com/ y si no tenéis mucha prisa echad una hojeada al blog que está muy bien jejeje:)
Bueno, pues ahí lo dejo, yo ya me he apuntado, os deseo mucha suerte tributos.
Es irónico que en los juegos del hambre de verdad ganar sea el pasaporte para tu muerte y aquí lo sea para un regalito ¿no?
Chao.

07 febrero 2011

palabras...


Bueno, ya iba siendo hora de aparecer por aquí ¿no? Bien, aquí me tenéis, la misma de siempre, atareada, estresante y soñadora. Si, esa soy yo.  Encantada.

Basta de salutaciones sin sentido y vamos al grano. Hoy, estaba hablando con una amiga, y bueno, al contrario de las otras veinte conversaciones que tengo durante el día, con esa chica tocamos temas mas interiores, mejores y mas productivos, a mi gusto.  El caso es que es increíble darte cuenta de que no eres la única en el mundo que piensa eso, y que no estas tan loco/a como creías. Lo cierto es que las dos pensamos que el hecho de leer desde pequeñas, ha hecho que conozcamos mundos que, aunque ficticios, existen, dentro de la cabeza del escritor o escritora, y que hay otros mundos, que hay mas mundos aparte del monótono que nos envuelve con su cortina de humo cada día y no nos deja ver el exterior. Y al escribir, ambas sentimos que nos transportamos a esos mundos, que podemos decidir nuestro destino, o decidir quien lo decide por nosotras. Y eso es bueno, en cierta medida. Mi gusto por escribir es algo que no cambiaría por nada en el mundo, es la única parte de mi que siempre ha estado ahí y siempre estará. Es la única forma de saber quien soy, de no perderme en medio de ese montón de gente que solo te empuja al vacío.
Porque imaginarme y describir con palabras una playa al atardecer, poder transmitir con palabras el suave sonido del río de un bosque verde, poder explicar gracias a las letras lo que siento y lo que sienten los demás, eso si es lo mas maravilloso que te puede suceder en el mundo.