Estoy...deprimida. Si, he cambiado la plantilla a mi blog, y pensarás que no concuerda con mi estado de ánimo, pero cuando estoy deprimida, me gusta ponerle color a las cosas para que parezcan mejores, para cubrir las debilidades. Tocaría el piano, eso siempre va bien, pero no encuentro el cable para conectarlo. Hasta he probado hacer algunos polinomios de matemáticas, pero tampoco funciona. Así que he venido al blog.
Parece que la vida de todo el mundo pasa, menos la mía. Yo sigo como siempre, como si el tiempo solo se hubiera parado para mi. Recuerdo que hace unos días, con el estrés del instituto encima, lo necesitaba, pero no era literalmente. Bueno, ahora tampoco lo es. La gente de mi alrededor va haciendo su vida, y yo sigo parada en el andén de la estación, sin un billete con destino a cualquier lugar.
Es triste, porque siento que nada merece la pena. Necesito un objetivo, algo por lo que luchar y volver a ser yo, algo por lo que darlo todo.
Parece que la vida de todo el mundo pasa, menos la mía. Yo sigo como siempre, como si el tiempo solo se hubiera parado para mi. Recuerdo que hace unos días, con el estrés del instituto encima, lo necesitaba, pero no era literalmente. Bueno, ahora tampoco lo es. La gente de mi alrededor va haciendo su vida, y yo sigo parada en el andén de la estación, sin un billete con destino a cualquier lugar.
Es triste, porque siento que nada merece la pena. Necesito un objetivo, algo por lo que luchar y volver a ser yo, algo por lo que darlo todo.