20 abril 2011

Inquietudes de la vida



Somos de mundos tan distintos...sin embargo, solo con mirarte recuerdo el único hilo que nos unió y me aferro a él, aunque lo odio con todas mis fuerzas.
En noches como esta, me pregunto si de verdad te quise, si fue amor de verdad o solo el reflejo de este en una lágrima. Creo que no. No te amé. Pero fuiste mucho mas de lo que nunca imaginé en mi vida. Fuiste la esperanza que consiguió que fuera yo misma. Y aunque suene terriblemente paradójico, hiciste que no me perdiera en tu mundo, que no perdiera mi corazón.
Ahora me doy cuenta de que lo que intentaba olvidar con todo mi ser es un esfuerzo hecho en vano, pues los recuerdos permanecerán ahí, como las hojas caídas de los árboles permanecen todo el invierno arrancadas de su tronco, esparcidas por el suelo y ocultas bajo la nieve.
Tu recuerdo seguirá en mi mente siempre, como un pedacito de mi vida, una vida pasada.
Duele. Hiere. No quiero recordarte, no puedo recordarte. Porque el ser humano es egoísta, y sobreprotector. No quiero que me asalten momentos felices a tu lado que sé que no se repetirán, que han tenido una corta vida, y no quiero que se reencarnen.
Pero es imposible, no puedo borrar esos recuerdos de mi mente, no puedo hacer que desaparezcan de mi mente, ni siquiera con una bocanada de aire fresco, con una nueva primavera que haga florecer de nuevo los árboles, me temo.

Así que dejaré que ellos solos vuelen libres, y viviré esperando que otros recuerdos hagan su nido en mi corazón.

1 comentario:

  1. Hola Meritxell,
    He llegit el teu escrit i trobo que tens una gran maduresa en la teva forma de pensar i d'escriure.
    Petons i bona festa de sant Jordi i de Pasqua
    L'avia Rosa

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