29 agosto 2010

La película: Corazón de Tinta.

¡Hola Bloggers!


Si, soy yo, la desaparecida Mery, la autora de este blog de pacotilla.
Bueno, estoy aqui ( solo para los que se lo pregunten) porque hoy he visto una película que me ha gustado mucho, y quería compartirla con vosotros. Además, este blog empezó siendo un espacio para recomendar libros y películas, y en mi opinión es bueno no olvidar nunca las raíces.
La película se titula: Corazón de Tinta. Basada en el Best-seller de Cornelia Funke.
Recomendada para todos los públicos.
Aventura fantastica.




Mo es un encuadernador de libros . Casado y con una preciosa hija llamada Maggie. Pero tiene un secreto: Cuando lee un libro en voz alta, todo lo que lee se hace realidad. Y eso le traerá muchos problemas. Maggie, su tia abuela y otros seres mágicos tendrán que enfrentarse a un cruel villano.


Valoración: buf...es dificil, creo que un 8'5.
Esta tarde voy a ir a por el libro, y a por algunos más a la biblioteca. Me voy de cacería. 




¡Deseadme suerte!

27 agosto 2010

Cuentos de princesas



Érase una vez, hace muchos años, en un reino muy lejano, vivía una princesa, con su padre. Su madre había muerto cuando ella tenía diez años. La princesa Rebecca recordaba a su madre muy a menudo. Era una mujer hermosa, con una dulce voz y unos ojos azules como el cielo. Recordaba como le contaba cuentos, cuentos de dragones y caballeros brillantes y valientes. Rebecca la escuchaba, embobada con las historias de los audaces caballeros, como blandían su espada y luchaban contra el dragón. Se imaginaba en esos cuentos, siempre preguntaba a su madre:


¿Mamá, los cuentos se hacen realidad?

Su madre la miraba a los ojos, azules también, y con una sonrisa tierna le respondía:

Si tú crees que se pueden hacer realidad, así será.

Pero lo que su madre no sabía, era que la pequeña princesa Rebecca no soñaba con convertirse algún día en una bella damisela en apuros que fuese salvada por un bravo caballero. No, ella quería ser ese caballero. Siempre había querido luchar para defenderse, para no depender de los demás.

Seis años después, con su padre viudo y sin heredero para el trono, Rebecca osó pedirle a su padre que le diera permiso para entrar en la guardia real.

Su padre la miró, primero asustado, y segundos después, empezó a reír. Rebecca no lo entendía.

Cuando su padre al fin acabó de reírse, hablo.

-Hija, tu eres una princesa, no puedes estar en la guardia, debes casarte con un noble caballero, y ése, será el próximo rey de mi reino.

La princesa asintió, sin osar responder a su padre. Su madre le había mentido, los cuentos no podían hacerse realidad.



Meses mas tarde, el rey decidió organizar una justa. El ganador, se convertiría en el nuevo príncipe y sucesor del rey. Y por lo tanto, en el esposo de la princesa Rebecca.

La princesa se sentía triste, comía muy poco y se pasaba las horas en la biblioteca, leyendo libros y más libros. El rey no supo que pensar, y mandó a Gabrielle, su hermana menor, ir a hablar con Rebecca.

Gabrielle fue, y quitándole de las manos un libro a Rebecca, le preguntó que le sucedía.

-Tía Gabrielle, no quiero casarme con un caballero desconocido. ¿Y si no le quiero? ¿Y si no es de mi agrado? No puedo darle mi amor a alguien que no lo merece. ¿Por qué no puedo elegir a quien entregarle mi corazón? No puedo elegir tampoco mi futuro, que quiero ser, que quiero hacer, con quien quiero estar…Todo son órdenes. Mi vida está compuesta por decisiones que han sido tomadas por mí, si tener en cuenta mi parecer.

Gabrielle la miró, sin decir nada, vio como del rostro de Rebecca empezaban a aparecer pequeñas gotitas que humedecían sus mejillas.

-Te entiendo querida, no sabes cuánto. Me gustaría ayudarte, pero lamentablemente no sé como hacerlo. Dime lo que quieres que haga.

A Rebecca se le iluminaron los ojos.

- Si pudieras ayudarme a participar en la justa, a demostrarle a mi padre que soy lo bastante valiente como para gobernar su reino…

-Pero cielo, tú eres una princesa, una mujer, no puedes participar en la justa.

-Tienes razón, siendo una princesa no puedo, pero, ¿y si me convirtiera en un caballero?

Gabrielle la miró sorprendida, y un tanto asustada.

-Escucha tía- le dijo Rebecca- si mi padre no sabe que soy yo, podré participar, y con la armadura no se me reconocerá.

-Pero tú no sabes luchar.- replicó Gabrielle, preocupada.

-Bueno, solo necesito un poco de práctica, sé que puedo hacerlo, lo llevo en la sangre, quedan tres días para la justa, puedo entrenar, sé toda la teoría- señaló el montón de libros que tenía a su alrededor. -Por favor, ten fe en mi.

La princesa sabía que estaba convenciendo a su tía.

-Pero es muy peligroso…- musitó Gabrielle.- ¿Y si mueres?

-Moriré haciendo lo que quiero.- aclaró la princesa.

15 agosto 2010

Un poco de todo.

Cuando la vida te regala algo especial, único, que te ayuda a llegar hasta la cima de tus sueños, ¿no debería de sentirme la persona más feliz y afortunada del universo? Eso sería lo más lógico, pero claro, había olvidado que la mayoría de cosas excepto las matemáticas y la física, no tienen demasiada lógica .Por lo cual, mis sentimientos no son nada lógicos.




Cuando sientes que te falta algo, aquí dentro, en tu pecho, un pequeño abismo se asoma y acaba por convertirse en un volcán en erupción, que saca lo peor y lo mejor de ti.






La vida es un misterioso camino. Lleno de peligros, criaturas nocturnas y diurnas que te cierran el paso. Piedras puestas exactamente en el lugar portuno para que tropiezes, arboles con los que chocarse, y tierra mojada en la que caerse. Pero pese a todo esto, tambien hay florecillas que alegran la vista. Tú, eres una de ellas.






¿Con qué derecho vienes a decirme esto? ¿Solo porque te amo irremediablemente crees que puedes controlarme, ser el dueño de mi vida? Si, claro que no voy a negar que esté enamorada hasta las trancas de ti, y de tu dulce voz. Pero eso no te da ningún derecho sobre mi persona, sobre controlar mi cerebro o servirte de mi físico. Y si me amaras como yo te amo, sin pedir nada a cambio, sabrías que lo que intentas hacer está mal. Sabrías que el amor no es un juego de una persona. No es poseer a alguien. Tampoco ser poseído. No es tener un esclavo, ni serlo. El amor es compartido, sincero y verdadero. Es algo que no se puede comprar, ni tampoco fingir. Es tener algo por lo que luchar, alguien por quien vivir y desvivir. Es ante todo, un sentimiento puro y hermoso, que muchos creen que tienen, pero nadie lo tiene de verdad. ¿Por qué? Porque no es algo que se pueda tener guardado en una jaula, sin esperar que escape. Es algo que literalmente no se puede poseer. Solo puedes sentir que ahí está, en la parte más noble y valiosa de un ser humano. En tu alma.






En realidad, nunca pensé que mi corazón pudiera sentirse así. Resultaba impossible, una posibilidad entre un millon, pero si, al final, mi corazón se sentía asi. no entendía como algo así podía afectarme, sobretodo después de todo lo sucedido, pero sin embargo, sentía queen ese instante, era lo más importante del mundo. ¿Pero, en el grandioso orden de las cosas, que importancia tenía una sola noche, un solo instante?